miércoles, 3 de noviembre de 2010

ALGO MÁS DE HISTORIA...

El nombre de Bu-jutsu se aplica al conjunto de artes marciales practicadas por los bushi o guerreros, y por extensión por los samurais, tanto con armas como con manos vacías.
Para aquellos, el aprendizaje de artes como el Ken-jutsu era vital puesto que, al menos hasta el período de relativa paz Tokugawa, las confrontaciones entre señores y clanes (Uji) solían ser frecuentes.
Así, generaciones sucesivas de guerreros y maestros de artes de combate, dedicaron parte de su vida a desarrollar técnicas o a perfeccionar las existentes, en el combate con sable. Cada escuela pertenecía a un clan, y era dirigida por un maestro cuyas técnicas se guardaban celosamente del conocimiento de otros posibles rivales, siendo transmitidas solo a los miembros y guerreros de dicho clan.
La evolución del arte del Kenjutsu fue parejo al de la espada. Si bien desde que se tiene conocimiento, hasta aproximadamente el siglo VIII, la espada japonesa era recta y con uno o dos filos, siguiendo el modelo chino, a partir del siglo XIX fue evolucionando a la forma curva conocida actualmente, perfeccionando su elaboración y dotándola de una dureza y afilado excepcionales. Con el cambio de estructura del sable también se introdujo un cambio en su porte. Los primeros Tachi se portaban colgando de uno o dos sageos con el filo hacia abajo, y posteriormente, a partir del siglo XIV se fue generalizando el porte con el filo hacia arriba y la vaina a través del Obi o cinturón, preconizando la aparición de técnicas especiales de desenvaine rápido o Iai-jutsu.
Volviendo al arte del combate con sable, éste recibió distintos nombres, y así se le conoció (además de Ken-jutsu), como Gekiken, Hyoho, Bugei, y To-jutsu entre otros.
Durante la era Tokugawa se extendió la codificación sistemática de las técnicas previamente aprendidas y depuradas en los campos de batalla, en los siglos anteriores. Las primeras técnicas de Ken ya habían sido clasificadas a mediados del siglo XIV, estableciendo un código ético que todo guerrero debía respetar obligatoriamente, para no atentar contra su honor, ni contra el de su señor.
El entrenamiento en Ken-jutsu exigía igualmente respetar el aprendizaje de formas para alcanzar la calma interior, y posteriormente a partir de finales de la era Tokugawa, el desarrollo de otras artes como la caligrafía, la poesía, el dibujo o el arte del té. La geometría y el acabado de los sables mejoró, convirtiéndose algunos en auténticas obras de arte en sus Tsubas y Koshirae.
Durante la época medieval existieron en Japón unas 300 escuelas, distribuidas geográficamente cada una con sus características especiales, si bien dos de las que perduraron finalmente, al terminar el período de guerras, fueron las de Yagyu, Shinkage, e Itto.
Fue precisamente el fundador de la Shinkage Ryu, Musashi Kami Nobutsuna, el que introdujo un tipo especial de bokken, el Fukuro-shinai, para reducir el riesgo de lesiones que se producían al entrenar con Bokken. Ese Fukuro-shinai era precisamente el ancestro de los que actualmente se utilizan en otra escuela o Ryu que data de mediados del siglo XV: Kashima Shin Ryu.

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